Hoy en día, cada vez son más los niños que acuden directamente al fútbol, ya sea para jugar o para ver fútbol, lo que supone para los entrenadores una gran responsabilidad en cuanto a la salud de los niños. Sólo unos pocos entrenadores están formados para esta actividad.
Hay muchos programas de formación que hacen demasiado hincapié en la formación futbolística de los Bambini. Se está intentando vincular a los niños con el deporte del fútbol en esta fase inicial para no perder la batalla por el número de socios en favor de otros deportes. Esto se hace a expensas de los niños, que rara vez reciben una formación física y mental completa. Los juegos competitivos y los partidos de fútbol, preferiblemente en grupos reducidos, son indispensables para fomentar la diversión de jugar juntos.
En sus sesiones de formación, ofrezca ejercicios que animen a los niños a intercambiar dentro del grupo. Esto fomenta la competencia social, la utilidad, el sentido de la responsabilidad, la fiabilidad y la capacidad de compromiso. Todos los niños sienten que ayudan al equipo al estar activos y presentes.
El desarrollo de las habilidades motrices, la corrección y prevención de problemas posturales, el desarrollo de la personalidad y el desarrollo del comportamiento social son los objetivos más importantes del entrenamiento de Bambini. Asimismo, las excursiones y otras experiencias conjuntas del equipo forman parte del programa. Una tarea difícil y que requiere mucho tiempo, pero que todo formador debería tener en cuenta. Los bambini no pueden ser atendidos "a escondidas". Como dice el refrán: "¡Las sonrisas de los niños son el pago de mi trabajo como entrenador! Pero, ¿cómo hago para que los niños "sonrían"? Para actuar como formador de forma adecuada a los niños, hay que conocer algunas características de su psique.